jueves, 19 de noviembre de 2009

HACE DIECINUEVE AÑOS...10 diciembre 2002


Finísima lluvia desgrana sus hebras lentamente
Y deja resbalar sus gotas por mi frente
llenando mi mente de recuerdos.
Diecinueve años,
diecinueve lluvias que convertían el suelo en fertilidad de vida.
Recuerdos que nos llenan, y fertilizan nuestras almas,
colmándolas
de paz, de fuerza, de luz,
de la sonrisa permanente que lo ha llenado todo
los últimos diecinueve años de nuestras vidas.
Tu bondad, tu cariño, tu calor, tu paz, tu recuerdo
que siguen deshilvanando sus hebras como la lluvia
que empezó aquel nueve de Diciembre
de un año árido
que tú y yo convertimos en lluvia perenne.
De aquella lluvia surgieron los hijos
como ese arco iris de tanto colores que lo llena todo de alegría.
Y leyendo esto mientras llueven mis recuerdos y caen las gotas de mi pobre decir
aquí está la mayor, María,
tan cariñosa, atenta, despierta,
siempre sonriente como tú,
de ti aprendió a sonreír a la vida.
Le siguió Tomás, las primeras gotas de la lluvia que se unieron para formar un río
y correr a otros mares,
fuerte él como el mar bravío de mi tierra,
con un volcán en su alma que lo heredó del padre,
con la ternura de su madre en su corazón.
Siguió lloviendo y la lluvia formó una preciosa laguna,
en la laguna se miraban las estrellas
y de aquella preciosa laguna surgió una niña muy bella
Isabel
a quién las estrellas le dieron su brillo,
y de de sus aguas azules vinieron dos preciosos ojos
que la enseñaron a verlo todo,
a amar con toda su alma la creación entera
hecha de plantas, flores, pequeños insectos
y otros animales que si pudiera nos llenaría la casa con todos ellos.
Sigue la lluvia empapándonos a todos
y en medio de la lluvia estás

con una flor de franchipani sobre tu frente
una flor blanca de cinco pétalos
que aprendimos a querer y a hacer nuestra
HACE DIECINUEVE AÑOS...